Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa – La red social: oportunidades y riesgos
El problema que todos consideran preocupante, complicado para gestionar y aún más para solucionar que concierne a la difusión y al aumento de racismo, antisemitismo y xenofobia en las plataformas sociales y en la red en general fue el tema del tercer panel del congreso. En el entorno digital de hoy en día, la lucha contra el antisemitismo es de vital importancia y se puede llevar a cabo siempre y cuando exista una voluntad de cooperación firme y concreta entre los actores que estén involucrados. Asimismo, cabe subrayar otro asunto en el que se hizo hincapié a lo largo del congreso, a saber, que, en el año en que a la presidencia de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) se suma la presidencia italiana de la International Holocaust Remembrance Alliance (IHRA), el compromiso de Italia en este ámbito es especialmente significativo también del punto de vista simbólico, en el día del octogésimo aniversario de la promulgación de las leyes racistas antijudías de 1938. Titulado “Responsability: the challenge of digital platforms” – Responsabilidad: el reto de las plataformas digitales – y coordinado por Gerardo Greco, director de los periódicos Radio Rai y de Radio 1, el panel consistió en una serie de intervenciones de representantes de mundos muy distintos, que se mostraron de acuerdo en señalar los peligros de la difusión de declaraciones que incitan al odio, así como de noticias falsas en la red. Los mismos se comprometieron también a denunciar los riesgos de un empleo no plenamente consciente de la web. Sin embargo, las posiciones fueron diferentes: después de la apertura y denuncia de parte de Robert Singer, el director ejecutivo y vicepresidente del World Jewish Congress, y de la postura igualmente clara de Sharon Nazarian, vicepresidenta ejecutiva superior de la Anti-Deformation League, les tocó a Aibhinn Kelleher, gerente de Facebook para Europa, Oriente Medio y África, y a Giorgia Abeltino, directora de las políticas públicas del Google Cultural Institute. Tras otra intervención de Greco, que volvió a insistir en cómo la inteligencia artificial presenta aún grandes límites a este respecto, se proporcionaron informaciones más detalladas sobre el curso “Facing Facts Online”, coordinado por la asociación CEJI- A Jewish Contribution to an Inclusive Europe. Robin Sclafani, como directora de la CEJI, explicó algunas de las características del proyecto, al que ya es posible apuntarse directamente a través de la página web oficial, y señaló, además, que Facebook, Twitter y Google forman parte de los inversores principales en ello. Según las palabras de Kelleher, Facebook se compromete a buscar soluciones que permitan detectar y bloquear enseguida la difusión del odio en línea, que se desarrolla tanto a través de textos, como mediante imágenes provocadoras. La define como una misión compleja que, como no se lleve a cabo cuidadosamente, puede bloquear o perjudicar, por ejemplo, el intercambio de trabajo de los historiadores e investigadores que en realidad no tienen ninguna intención ofensiva y difamatoria. Resultaron especialmente apreciados los discursos del imán Yahya Pallavicini, presidente del CO.RE.IS, y de Clelia Piperno que presentó Traduco, el sistema que está detrás del proyecto de traducción del Talmud al italiano que ella misma dirige. Igualmente importante fue la intervención de Lisa Billig Palmieri, la representante italiana del American Jewish Committee. El cierre del encuentro lo determinó Nunzia Ciardi, una de las directoras de la Polizia Postale, un cuerpo de seguridad del estado italiano que se dedica a la vigilancia por internet. Ella misma, como responsable de la sección relativa al control de la ciberdelincuencia, afirmó: “El marco legal es aún demasiado rígido para este tipo de realidad digital que se transforma y sigue cambiando a un ritmo increíble, que hace algunos años no podíamos ni haber imaginado. Tengamos en cuenta que la banalidad del mal se transmite también a través de un “me gusta” dado sin pensar”.
Traducción de Anna Pagetti, estudiante de la Escuela Superior para Intérpretes y Traductores de la Universidad de Trieste, en prácticas en la oficina del periódico de la Unión de las Comunidades Judías Italianas.