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anna foaAnna Foa*

“Las intricadas vicisitudes históricas de los judíos que han llevado a la Shoah pueden comprenderse solo teniendo en cuenta el pecado de negar el Kerygma, es decir de no creer que Jesucristo sea el Redentor”. Son palabras, en realidad solo algunas de las palabras de este tipo, sacadas del libro Kerygma, el Evangelio de los últimos días, escrito por Cristiano Ceresani, Jefe de Gabinete antes con la ministra Boschi y ahora con el ministro Fontana. Dicho libro, en el que se anuncia el Apocalipsis y se dedica una amplia parte a la Shoah, pretende ser una nueva manera de entender 2000 años de historia a la luz de las profecías bíblicas y fue solemnemente presentado el 23 de noviembre en la sala Lupa de la Cámara de Diputados italiana, en presencia de numerosos políticos de partidos diferentes. Podríamos no habernos dado cuenta de lo que pasó, si Furio Colombo no hubiera hablado detalladamente del suceso ayer en el periódico Il Fatto. Pero ya que ahora nos hemos enterado, valdría la pena hacer unas reflexiones. Que las explicaciones teológicas de la Shoah son para quien no comparta su visión religiosa aberrante, ya es un hecho. Igualmente aberrante ha sido la reciente afirmación de Abu Mazen: según su opinión, la Shoah sería el castigo divino por el sionismo. Pero aquí, con este señor, volvemos incluso a la Pasión de Cristo, a la conversión, a interpretaciones que no creíamos pudieran volver a salir a la luz tan fácilmente en el mundo católico post-Concilio. ¿Entonces, qué es lo nuevo? Quizá sobretodo el sitio donde fue presentado el libro, la Cámara de Diputados, y el papel público, de hoy y de ayer, de los que participaron en dicha presentación. Esto es lo nuevo y lo más preocupante.

*Anna Foa, histórica. Traducido por Antonioli Francesca, estudiante de la Escuela Superior para Intérpretes y Traductores de la Universidad de Trieste, de prácticas en la oficina del periódico de la Unión de las Comunidades Judías Italianas.