BECHOL LASHON Español – Una polémica inapropiada
Me parece muy poco apropiada la polémica sobre la libertad de pensamiento que se ha desatado después de que se excluyera del Salón del Libro a la editorial Altaforte. Francesco Polacchi, fundador de Altaforte, con sus antecedentes penales, tiene un perfil que se parece más al de un golpeador fascista que al de un editor, es decir a alguien que se dedica a idear y crear libros. Irrupciones a Palazzo Marino, agresiones organizadas, manifestaciones violentas. Sus declaraciones a favor del fascismo no son la confesión de una fe política personal, sino una incitación al odio y, en el marco del movimiento de CasaPound, una incitación a la refundación del Partido Fascista, en contra de lo que establece la Constitución. CasaPound ha fomentado la vergonzosa rebelión de Castel Bruciato contra los romaníes adjudicatarios de viviendas públicas, en la que se ha denunciado a uno de los insurgentes por amenazar de acoso a una mujer con una niña en los brazos. Forza Nuova, neonazi y filofascista como CasaPound – incluso no estando en buenos términos con este último – ha amenazado con impedir que el alcalde Mimmo Luciano dé una conferencia programada para hoy en la Universidad de Roma La Sapienza. Impedir, por supuesto, con la violencia. ¿Así que son estos los emblemas de la libertad de opinión? ¿Son los que se inspiran en una dictadura enemiga de toda libertad, incluida la libertad de pensamiento, apoyando la violencia, la prisión, la reclusión, la censura, y que desean desesperadamente volver a un régimen que se fundamente en dichos ideales? En lugar de mencionar la cuestión de la libertad de pensamiento, quizás deberíamos más bien preguntarnos por qué el ministro del Interior y vicepresidente del Gobierno ha elegido ser entrevistado por semejante editorial, aun siendo Italia un país democrático basado en la Constitución, una constitución antifascista. Harían bien además en reflexionar sobre las palabras de su entrevistadora, que ha tenido el descaro de compararse, por la exclusión del Salón, con los judíos deportados a los campos de concentración.
*Anna Foa, historiadora. Traducido por Arianna Mercuriali, estudiante de la Escuela Superior para Intérpretes y Traductores de la Universidad de Trieste, de prácticas en la oficina del periódico de la Unión de las Comunidades Judías Italianas.