“Luchemos contra las discriminaciones”
En el Palazzo Chigi, Maria Elena Boschi, la Vicesecretaria de la Presidencia del Consejo responsable para la igualdad de oportunidades, validó un protocolo de acuerdo con Noemi Di Segni, la presidenta de la Unión de las Comunidades Judías Italianas (UCEI). Se trata de un convenio a través del que las dos partes se comprometen a elaborar un programa conjunto de actividades, de un año de duración, prorrogable por otros dos años, “con el fin de promover y garantizar el principio de igualdad de trato entre personas de religiones distintas y de contribuir, además, a eliminar todo tipo de discriminación por razones de origen étnico o religión. Dicho objetivo considera los ámbitos de acción establecidos por el Decreto Ley no 215 de 2003, de responsabilidad del Servicio Nacional contra las Discriminaciones Raciales (UNAR)”.
El programa se centrará en promover la adopción, tanto por entidades públicas como privadas, de medidas específicas, que incluyen las de acción positiva, para difundir informaciones relativas al contraste y a la discriminación por razones raciales, de etnia y de religión. El proyecto hará hincapié, además, en la máxima divulgación posible de los recursos disponibles en el ordenamiento en cuestión, tanto mediante acciones de sensibilización de la opinión pública en torno a la igualdad de trato, como a través de la realización de campañas de información y comunicación. Asimismo, la iniciativa promoverá cursos de formación, intercambios de experiencias y de estudios y análisis que detecten la presencia de los fenómenos discriminatorios y eviten su eventual extensión o desarrollo. Entre las finalidades principales, se halla la elaboración de directrices y códigos de conducta para solucionar cualquier discriminación por razones de etnia y religión, así como el diseño y la efectuación de intervenciones experimentales que se evaluarán de acuerdo con las diferencias étnicas y religiosas que deberán respetarse y tutelarse.
“No se trata de una simple firma, ni de un simple protocolo. Estos solo son instrumentos. Se trata de afirmarse y reconocerse en la obligación moral por lo que concierne a ciertas disposiciones normativas y, sobre todo, culturales”, remarcó la presidenta UCEI Noemi Di Segni en el momento de la firma. “La Memoria no es simplemente algo nuestro, personal, que pertenece exclusivamente al pueblo judío. Es también una de las mayores instituciones que, hace ochenta años, fueron autoras del bien y del mal sistémico, así como de un genocidio sistemático. Memoria significa compromiso y lucha por la verdad acerca de las discriminaciones de ayer, para hacer frente a las que están viviendo hoy otros pueblos, etnias o “razas”, término utilizado por quien, por otro lado, no tiene para nada estos valores en su corazón”.
También el consejero UCEI, Gianni Ascarelli, y el presidente de la Fundación Museo de la Shoah de Roma, Mario Venezia, participaron en la ceremonia.
Anna Pagetti
Traducción de Anna Pagetti, estudiante de la Escuela Superior para Intérpretes y Traductores de la Universidad de Trieste, en prácticas en la oficina del periódico de la Unión de las Comunidades Judías Italianas.