CULTURA Meis, unir modernidad e historia antigua
Un proyecto que tiene su propia identidad, que entrelaza el pasado con un alma profundamente contemporánea y que se integra en el espacio urbano de Ferrara. Un lugar nacido para contar la historia del judaísmo italiano, que abarca miles de años, pero tambén un lugar de confrontación, de estudio, de encuentro abierto al público. El Museo Nacional del Judaísmo y la Shoah Italianos (MEIS) prosigue rápidamente su realización: una obra en construcción, como hemos explicado varias veces en estas páginas, que con la importante etapa del 13 de diciembre – con la inauguración del ala C del proyecto museístico y de la muestra “Judíos, una historia italiana. Los primeros 1,000 años” – procede hacia su realización, que está prevista para 2020. “La gran modernidad de la realización arquitectónica y las fachadas acristaladas se relacionarán bien al intorno bastante diminuto – explica la arquitecta Carla di Francesco, responsable única del procedimiento, a Pagine Ebraiche, el periódico del judaísmo italiano – de hecho, los edificios nuevos se caracterizarán por elementos rectangulares afilados desfasados en los planos y en distintas alturas, que nunca superarán las de los edificios colindantes”. Nombrada en verano nuevo Secretario General del Ministerio del Patrimonio y Actividades Culturales y Turismo (MiBact), Di Francesco ha observado desde el principio el proceso del proyecto Meis, como también la elección del ayuntamiento de Ferrara – encabezada por el alcalde Gaetano Sateriale – de utilizar el área de la ex cárcel de Via Piangipane para realizar el proyecto del museo del judaísmo italiano. “Escogieron la sede de la ex cárcel en 2008, hecho que al principio produjo reacciones también un poco templadas, sobre todo por parte de quienes habrían preferido que el museo se realizara ex novo, en un edificio sin historia detrás. El desafío de convertir una prisón, símbolo de cierre por excelencia, en su contrario, es decir en un lugar abierto, es por supuesto difícil”, explica Di Francesco. Según algunos, subraya la secretaria del MiBact, la estructura obligatoriamente cerrada de una cárcel desde el punto de vista arquitectónico no podía adaptarse al concepto opuesto “de museo, lugar que representa apertura en todos los sentidos”. “Dudas legítimas y comprensibles – subraya – nuestro desafío ha sido traducir un lenguaje arquitectónico en uno diametralmente contrario”. La primera intervención había llevado a la reapertura de la antigua cárcel municipal, mientras que los trabajos empezados después de la demolición de la parte construida a principios del siglo XX están transformando completamente el edificio. La construcción, terminada en 1912, fue edificada a expensas del Estado de acuerdo con el diseño de los ingenieros Bertotti y Fracchini del Ufficio del Genio Civile (un órgano del Estado Italiano para la supervisión de las obras públicas) y según las indicaciones del Ministerio del Interior. Los trabajos fueron dirigidos por los ingenieros Ponti y Fabbri y realizados por la empresa de Luigi Brandani y se construyó la que fue sede de las prisiones de la ciudad durante ochenta años, hasta que en marzo de 1992 los detenidos fueron trasladados a otro centro penitenciario más moderno. -Nuestro objetivo era el de conservar el sentido urbano y mantener la parte más significativa de la ex cárcel, es decir la parte de la construcción que estamos terminando e inauguraremos el 13 de diciembre, con una gran exposición de los primeros 1200 años de presencia judía en Italia- explicó Di Francesco a lo largo de una de las visitas abiertas al público de la obra del Meis. Esa “parte más significativa de la ex cárcel”, la cual entre reestructuración, adaptación y reducción vale unos 8 millones de euros, incluidas las nuevas edificaciones, la demolición de partes innecesarias y eliminación de escombros y residuos especiales, es representativa de la arquitectura carcelaria que Carlo Fontana introdujo en 1703 en Roma con la prisión de San Michele, una cárcel estrecha y larga, dotada de pasillos y de un balcón al que se asoman las celdas. Luego este tipo de arquitectura fue ajustada y se llegó al más complejo panóptico del siglo XIX, como San Vittore y Regina Coeli, con una capilla central a la cual convergen los brazos.
El diseño, ideado por el bufete Arco-Architettura de Bolonia, divide la ex cárcel en cuatro diferentes secciones: la sección A, ya abierta al público, se llama Palazzina di via Pangipane y era la ex portería y entrada de la antigua cárcel; la B, la última en ser terminada, albergará la exposición permanente y, dividida en cuatro volúmenes, con la adición de la sección D representará idealmente el Pentateuco, es decir los cinco libros de la Torah. Finalmente en la sección C se situarán el centro de documentación, laboratorios para los niños y exposiciones temporales. -Por lo tanto, la exposición que empezará el 13 de diciembre se adaptará a un lugar que no es el de la exposición permanente. Y es un factor que los conservadores (Anna Foa, Giancarlo Lacerenza y Daniele Jalla) han tenido en cuenta- subraya Di Francesco. La realización del proyecto completo del Meis, afirma luego el Secretario General del MiBact, ha sido dividida voluntariamente en tres lotes para que la apertura del museo al público pueda ser gradual. Y gracias a la gran inversión del Gobierno Italiano y la fructífera colaboración entre las instituciones implicadas, la obra, paso a paso, viaja decididamente hacia la finalización. -Nacido gracias a una ley aprobada por todas las fuerzas política en 2003, el Museo Nazionale dell’ Ebraismo Italiano e della Shoah de Ferrara quiere representar un gran desafío cultural- recuerda el ministro de Bienes Culturales italiano Dario Franceschini. Un desafío que marcará el futuro del judaísmo italiano y de su papel fundamental en la historia de Italia.
El artículo se ha tomado del especial Musei publicado en la edición de diciembre de Pagine Ebraiche y es a cargo de Ada Treves.
Traducción de Francesca Antonioli y Anna Zanette, estudiantes de la Escuela Superior para Intérpretes y Traductores de la Universidad de Trieste, en prácticas en la oficina del periódico de la Unión de las Comunidades Judías Italianas.